miércoles, 18 de septiembre de 2019

Mi comentario en Tiching

Tiching blog 2019_IX_18 sobre artículo de Maite Vallet: Maite Vallet Pedagoga y formadora  e impulsora del método de lectoescritura Leolandia. Me ha emocionado todo lo que tan bien explica Maite Vallet. En cuanto a su método me recuerda al creado hace muchísimos años Martha Salotti, Ella escribía en la pizarra lo que los niños le contaban con todos los signos de puntuación necesarios, para que cada frase, palabra y párrafo, luego pudiese leerse con la misma expresividad con que cada relator lo había contado. Con niños sordos en Bs As, siempre escribíamos e ilustrábamos en la pizarra 2 ó 3 noticias relacionadas con un juguete que habían traído a clase, un corte de pelo reciente, una visita recibida, un cumpleaños por festejar, etc, Así, cada protagonista de la noticia se identificaba, también buscábamos, encontrábamos y repetíamos nombres propios y comunes y hasta la noticia completa. El balbuceo de los niños era suficiente para poder descubrir lo que había querido decir (aunque sólo emitiese la secuencia de las vocales) fundamental ejercicio previo a la lectura y la escritura. No tuvimos ni tuve nunca alumnos sordos disléxicos, ni en Argentina ni en España. La comunicación oral, el lenguaje verbal es posible si el niño sordo, es atraído por el rostro de quien hable, puede entender por labio-lectura y comenzar a hablar balbuceando tal como un niño oyente (por supuesto que, con la colaboración de los padres, correctamente asesorados) El armado y la transformación de palabras con las letras que cada uno pueda diferenciar y emitir correctamente, hace el resto del aprendizaje, también la corrección de alumnos disléxicos. El empleo de este sistema de aprendizaje, dio lugar a mi creación de las “letrasfón”® y del “fonedario castellano”® que durante muchos años de logopeda, he empleado con alumnos pequeños y adultos con diferentes trastornos de voz, audición, habla y lenguaje oral y escrito.

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